Checklist de Equipos Personales para Incendios Forestales

Descubre la importancia de un checklist para equipos personales en la actuación ante incendios forestales. Asegúrate de estar preparado con nuestra guía completa para voluntarios y profesionales.

Sebastián Bernardo bish adell

11/1/20254 min read

Actuación en incendios forestales

Guía práctica para voluntarios y EPI 2025

La actuación en incendios forestales exige disciplina, conocimiento del entorno y una preparación técnica adecuada. Para un voluntario, no se trata solo de “ir a ayudar”, sino de comprender que el fuego es un fenómeno complejo, dinámico y potencialmente mortal. La mejor forma de aportar en una emergencia es estar formado, equipado y coordinado con los equipos profesionales. Este texto reúne una guía clara y actualizada para voluntarios, incluyendo el uso correcto de los EPI, recomendaciones de material y equipos para incendios forestales, checklist personal y novedades en equipamiento para la campaña 2025.

1. El papel del voluntario en un incendio forestal

Los voluntarios no están en primera línea de fuego por iniciativa propia, y tampoco actúan sin supervisión. Su función es apoyar dentro de una estructura jerárquica coordinada por la dirección de extinción. Esa dirección puede estar a cargo de Bomberos Forestales, UME, BRIF, GRAF u otros cuerpos especializados, dependiendo de la comunidad autónoma.

El voluntario puede participar en tareas como:

  • Apoyo logístico.

  • Abastecimiento de agua y relevo físico.

  • Vigilancia de perímetros y puntos calientes.

  • Refuerzo de líneas de defensa cuando ha recibido formación específica.

  • Colaboración en comunicaciones y señalización.

  • Apoyo a la seguridad de la zona (evacuaciones controladas, puntos de encuentro, etc.).

La clave es comprender que el fuego manda. Los cambios de viento, la topografía y la vegetación pueden transformar una situación aparentemente segura en una situación crítica en cuestión de segundos. Por eso, el voluntario debe actuar siempre en equipo, nunca solo, y siguiendo instrucciones directas.

2. Material y equipos para incendios forestales

El equipamiento es tu primera línea de defensa. Si tus EPI no son adecuados o no están certificados, estás en peligro incluso antes de acercarte al fuego. En incendios forestales, la piel expuesta, las botas inadecuadas o la falta de protección ocular no son detalles menores: son riesgos reales.

Equipos básicos recomendados para voluntarios:

  • Casco forestal con barbuquejo y protector de nuca.

  • Gafas de seguridad envolventes o máscara anti-partículas ligera.

  • Guantes de cuero ignífugos certificados.

  • Camisa y pantalón ignífugo de fibra aramida (tipo NOMEX).

  • Botas de intervención forestal con suela resistente a altas temperaturas.

  • Hidratación mínima de 3 litros (cantimploras o camelback).

  • Manta ignífuga en mochila.

  • Luz frontal, navaja y silbato de señalización.

Herramientas complementarias (solo con formación previa):

  • Batefuegos.

  • Pulaski o hacha-azadón.

  • Mochila extintora manual.

  • Pala forestal reforzada.

Muchos voluntarios creen que “algo es mejor que nada”, pero en incendios es lo opuesto: si tu equipo no es seguro, se convierte en un problema, no en una ayuda.

3. Checklist personal antes de salir

Un error común es salir a una emergencia sin revisar el estado del equipo. Este checklist está diseñado para cumplirse de forma estricta:

Checklist básico:

  • EPI completos, limpios y sin roturas.

  • Botas cerradas y amarradas.

  • Teléfono cargado + batería externa.

  • Identificación visible y documentación del servicio.

  • Agua + sales o sobres de rehidratación.

  • Guantes en buen estado (sin desgaste en palma).

  • Comunicación previa con jefe de unidad.

  • Conocer qué tarea se te ha asignado antes de llegar al incendio.

Si falta algo esencial, no se sale. No es negociable.

4. Buen uso de EPI en incendios forestales

Tener EPI no es suficiente: hay que saber usarlos bien. La mayoría de incidentes graves en voluntariado se producen por:

  • Quitarse guantes para “trabajar mejor”.

  • No cerrar cremalleras o puños de camisa.

  • Exponer el cuello o los antebrazos.

  • No llevar casco ajustado.

En incendios forestales, la temperatura puede aumentar de golpe cuando cambia el viento. No hay tiempo para “ponerse el equipo”. El equipo debe ir puesto correctamente desde antes de entrar al área operativa.

Reglas básicas:

  1. Los guantes no se quitan dentro del perímetro.

  2. La ropa ignífuga va cerrada y ajustada.

  3. El casco va abrochado.

  4. Si notas mareo, cansancio extremo o visión borrosa: sales inmediatamente y avisas.

  5. Nunca actúas solo ni te separas del grupo.

El objetivo no es demostrar resistencia, sino asegurar la supervivencia y la eficacia de la intervención.

5. Equipamiento nuevo EPI incendios forestales 2025

Las campañas de 2025 incluyen mejoras relevantes en la ergonomía y protección térmica. Algunas novedades destacadas son:

  • Tejidos más transpirables que reducen la fatiga por calor.

  • Botas capaces de soportar contacto prolongado con superficies de 300°C.

  • Guantes reforzados con protección en nudillos y palma resistente a abrasión.

  • Gafas con ventilación anti empañado y filtro mejorado para humo fino.

  • Mochilas de hidratación con sistemas que permiten beber sin quitar el equipo.

Estas mejoras no solo aumentan la comodidad, sino que reducen el riesgo de golpe de calor, que es una de las principales causas de baja en intervenciones.

6. Procedimiento básico de actuación en un incendio forestal

Independientemente de la unidad o la comunidad autónoma, existen reglas operativas comunes que todo voluntario debe conocer:

  1. Obedecer la cadena de mando.

  2. Mantener vías de escape visibles en todo momento.

  3. Trabajar en binomio o trinomio.

  4. Mantener la comunicación fluida con el jefe de grupo.

  5. Reportar cualquier cambio inesperado (viento, humo, temperatura, caída de chispas, ruido de convección, etc.).

  6. Retirarse si no se comprende la orden o la situación cambia.

El voluntario no improvisa, no toma iniciativas personales y no se adelanta al grupo. La seguridad colectiva es más importante que la velocidad o la iniciativa individual.

7. Conclusión

Participar como voluntario en incendios forestales es una experiencia valiosa, intensa y profundamente humana. Sin embargo, también implica responsabilidad y respeto por los protocolos. La mejor ayuda que puede aportar un voluntario es estar bien formado, bien equipado y actuar de forma disciplinada. De esta forma se protege su vida, la de sus compañeros y la del entorno natural.

Ser voluntario no es solo estar presente: es estar preparado.